viviendo a la intemperie y cocinando con fuego
buscamos en las horas de más calor el fresco de la alberca
o en la fuente de arriba, donde hay perros y hippies
desnudos hablando interminablemente de la vida.
nuestras provisiones se agotan y nuestras necesidades
se van reduciendo a lo más imprescindible
por la noche todo es una inmensidad oscura y desnuda
se escucha una flauta entre los cañaverales
el agua del mar es más tranparente que el aire
a veces nos dá peces, que asamos y comemos con las manos
y vimos a los habitantes del valle, entre las rocas
con casas de barro y paja y pequeños huertos
nos sentíamos ágiles de cuerpo y mente
correteando por las laderas sin descanso
volveremos y haremos una chavola de cañas
en la parte alta del valle, bajo una buena sombra
y todo será perfecto
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